Memoria enviada por el estudio de arquitectura. El proyecto fue evolucionando hacia un refugio de mar, invitando al usuario a sentirse cobijado en esa particular atmósfera generada por el bosque.
El proyecto avanzó bajo estas 3 pautas que eran esenciales: Presupuesto contenido, rápida ejecución y bajo o nulo mantenimiento en el tiempo. Sabíamos que el éxito estaba en la elección de los materiales y su impronta. Apelamos a la memoria colectiva zonal, a esos chalets de ladrillo visto tan característicos de la zona costera en los años 70s. Tomando un poco de esa memoria, reinterpretándola, y así generar un lenguaje contemporáneo a partir de ese recurso.
Concebimos la vivienda como una extensión del paisaje, donde aparece una estructura de hormigón visto en láminas que se va elevando del terreno dejando un zócalo vacío. De esta manera nos protegemos de la humedad del terreno y aseguramos un mejor paso del tiempo.
La estructura soporta las cargas, define los espacios, los usos y la expresión material, en colaboración con los ladrillos nos dan la versatilidad suficiente como para buscar en la traba de las piezas las respuestas a las necesidades de las distintas estancias de la vivienda. Además, condicionan e intencionan el asoleamiento y las visuales.
La vivienda no solo busca ser refugio en medio del bosque, sino un santuario personal donde arquitectura y territorio coexistan en perfecta armonía, sino además ofrecer un espacio de tranquilidad e introspección para que sus usuarios puedan disfrutar de la naturaleza en estado puro.
Ficha técnica:
Nombre de la obra: CASA FRUTO DEL BOSQUE
Arquitectura: Barrionuevo Villanueva Arquitectos
IG @brr_vll_arq
Arquitectos Principales | Proyecto y diseño:
Juan Villanueva @arqvillanueva
Nicolás Barrionuevo
Cálculo estructural: Ing. Andrés Moscatelli
Colaboradores: M.M.O. Adrián Godoy
Ubicación: Mar Azul, Buenos Aires, Argentina
Superficie construida: 145m2
Fecha de finalización: 2023
📸Arq. Gonzalo Viramonte @gonzaloviramonte
Galería de fotos Casa Fruto del Bosque: