De origen oriental, wabi-sabi es una estética profunda que venera la autenticidad en contraposición a la frialdad de lo ostentoso y de lo fabricado en serie. Su encanto radica en apostar por pocas piezas pero muy bien escogidas bajo las consignas de la imperfección, humildad y contemplación de la naturaleza. Este estilo resalta la belleza de lo antiguo y gastado, los protagonistas son las texturas, mucha textura.
Elementos principales:
- -Maderas oscuras.
- -Piezas desgastadas
- -Arte popular y piezas vintage
- -Texturas en paredes.
Para la elección cromática se buscan colores no estridentes que surgen de la naturaleza y sugieren el paso del tiempo, uso y desgaste, como marrones, beiges, blancos, grises, verdes. Pliegues, dobleces y rugosidades naturales son hermosas, y no solo en los tejidos. El wabi-sabi busca enviar energía positiva a través de todos los medios posibles, también en paredes, muebles y suelos. Por eso no reniega de texturas oxidadas, arrugadas decapadas o sin pulir. Las paredes en clave wabi-sabi tienden al blanco y siempre sin adornos ni artificios.
También se pueden dejar al descubierto, mostrando las grietas y el efecto del paso del tiempo, porque según esta filosofía mostrar las costuras supone una virtud y no un defecto. Según este estilo hay que decorar con lo imprescindible y con elementos naturales. En su distribución se huye de la simetría propia del minimalismo y se apuesta por dejar que los espacios respiren y ofrezcan sensación de libertad dentro del hogar. Aún con amplitud, los espacios huyen del abigarramiento. En las estancias hay que dejar aire y conseguir que cada elemento existente cuente y sea realmente imprescindible
Este estilo decorativo encuentra en la simplicidad, la autenticidad, lo natural, lo imperfecto e inacabado y el vivir ajeno a las modas su razón de ser. Es un paradigma estético y también filosófico, ya que otorga una dimensión espiritual a la vida y al arte de vivirla. Inspirado en una filosofía japonesa del siglo XII, el wabi-sabi aboga por la belleza de las cosas simples e imperfectas y alude a vivir la vida con conciencia, con el deseo de consumir menos, pero mejor.
Fuente: arquitecturaydiseño.es